LA HORA DEL CUENTO BLOQUE 3; FORMAS DE TRANSMISIÓN LITERARIA.
Reconocemos además que no es
sencillo crear el clima propicio para narrarles o leerles en voz alta un
cuento. Además, los niños no se convierten automáticamente en buenos oyentes.
Es breve el tiempo de atención que pueden prestar, pero debemos considerar que
tampoco es largo el que le requieren los programas de televisión, interrumpidos
constantemente por los avisos comerciales. No obstante, este tiempo de atención
puede prolongarse debido a que se apela a otros recursos para mantener
despierto el interés, como por ejemplo la difusión casi continua de música,
mucha acción física, etc.
El cuentacuentos: Los relatos, trasmitidos oralmente, se fueron
puliendo, se expurgaron las palabras superfluas, adquiriendo la perfecta
redondez de un canto rodado. Cada
narrador imprimió a los relatos su modalidad, aplicó a ellos su mayor o menor
capacidad innata. Sin el arte de la narración no hubieran nacido los mitos, ni
la literatura épica, existentes antes de la creación de la imprenta. La
narración preservó un gran caudal literario; se mantuvieron leyendas y cuentos,
a través de la palabra oral. El hecho narrativo es tan antiguo como el poder
del hombre de comunicarse a través de la palabra. El narrador es un
indispensable agente socializador. Debe desempeñar su papel cumpliendo una
serie de condiciones que harán que su relato sea una verdadera entrega
artística.
Su actividad es un acto de
creación en el que la historia o cuento, nacidos de la imaginación o recogidos
del mundo circundante, pasan a través del narrador como la luz a través de un
prisma.
Cada vez que cuenta un mismo
cuento, lo plasma, lo vivifica, pero siempre con alguna variante que lo
identifica. Nunca contará, aun proponiéndoselo, el mismo relato punto por
punto.
El estado de ánimo, el eco que
se encuentra en el auditorio, lo imponderable, lo imprevisto, se encargarán de
otorgarle un matiz diferente. Este viejo arte sigue siendo, aún hoy en la era
tecnológica por excelencia, el medio más directo para aproximar al niño a la
obra literaria.
Técnica Cuentacuentos; A la hora de narrar cuentos y, sobre todo
si los receptores son niños pequeños, hay que tener en cuenta algunos aspectos
esenciales: El maestro debe conocer gran
cantidad de cuentos de distinto tipo, para distintas edades, con contenidos
diversos... Copiad sólo, en fichas, el hilo argumental y las fórmulas repetidas
que deban memorizarse. Todo lo demás se recrea en el momento de contarlo.
EL NARRADOR: Hay que elegir entre los distintos tipos de
narradores que uno puede ser:
- El viejo narrador
- El narrador cómico
- El narrador misterioso
- El narrador mágico
- El juglar
- El marciano cuentacuentos
- El narrador protagonista - El narrador
testigo...
- (todos los que inventéis)
De ello dependerá la forma de
narrar la historia (en primera, en tercera persona...), cómo se presentará ante
el público, qué partido tomará... Las fórmulas son imprescindibles para crear
la cúpula mágica bajo la que se desarrollará la narración. Son tan
tradicionales como los propios cuentos y se han utilizado durante siglos para
crear el ambiente propicio o para conjurar el mundo mágico y la inspiración.
Hay que elegir entre las fórmulas existentes o inventar otras nuevas (mágicas, divertidas,
misteriosas...)
- Érase lo que era, el mal que se vaya
y el bien que venga...
- Era esta vez, como mentira que es...
- Era vez y vez...
- Haga usted cuento y saber...
- Pues señor...
- Caracol, col, col, ¡saca mi cuento y
tomemos el sol!...
- Nunca sentí tanta emoción como cuando
conocí a...
- Un enano me contó...
- Abracadabra, pata de cabra, prepárate
cuento para que te abra...
- El sol salió y el cuento empezó...
ENTONACIÓN GENERAL: Dependerá
del tipo de narrador que hayamos elegido y del cuento que se esté contando. Se
debe ensayar previamente.
RITMO: Todo cuentacuentos ha
de hablar despacio y claro, pero, dependiendo del pasaje que esté narrando y de
la respuesta del receptor, se detendrá en detalles y ralentizará la narración,
o la acelerará obviando todo lo ajeno al hilo conductor.
PARA ACABAR...: Al igual que
hay fórmulas para comenzar un cuento, hay otras para terminarlos. Algunas
sirven, simplemente, para cerrar la historia; otras, para invitar a un segundo
cuento. Las culturas primitivas las usaban para cerrar el círculo mágico y
alejar a los duendes o espíritus malignos que pudieran haberse convocado
durante la narración.
-...
y fueron felices y comieron perdices. - ... zapatito roto y usted me cuente
otro.
-....
entre por el sano, salga por el roto, y el que quiera que venga y me cuento
otro.
-....
ciento, ciento y ciento, que los cuentos los lleva el viento.
-.....
y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
-..... dibi dibá dibi
dú, y que el próximo lo cuentos tú.
- ... fueron felices, comieron perdices
y me dieron con la puerta en las narices.
-... cuento contado, de
la chimenea al tejado, del tejado al pozo, para que no lo encuentre ningún
mocoso.
-.... y se acabó el
cuento de Periquillo Sarmiento, que se lo llevó el viento, puso tres moneditas:
una para Juan, otra para Pedro y otra para quien hablase primero.
LA PAUSA MISTERIOSA: Si
el cuentacuentos se para en algún momento de su narración, seguramente lo hará
con un fin determinado, no porque haya olvidado el cuento. Una pausa puede
producir misterio, intriga, desconcierto en el espectador...
VOLUMEN: La entonación
cálida del cuentacuentos debe romperse de vez en cuando según el momento del
cuento y según que éste lo requiera o no. La voz elevada sirve para indicar:
sorpresa, orden, advertencia, para atemorizar, para pedir mucha atención, para
presentar o imitar a un personaje grande, para expresar furia, violencia,
enfado... La voz baja indica: secreto, intimidad, peligro, intriga, emoción, un
personaje pequeño...
EXPRESIVIDAD: ¿Qué tipo
de cuentacuentos eres? ¿Un viejo cuentacuentos? ¿Un hada? ¿Un gnomo? Piensa
cómo daría tu personaje expresividad a su voz. No olvides todas las reglas
anteriores relacionadas con la voz. Y, sobre todo, habla despacio y
vocalizando.
EL HILO: Dijimos que el
buen cuentacuentos no debe aprenderse el cuento de memoria. El hilo del cuento
ha de ser la materia prima para recrear la historia en el momento de contarla.
Sólo hay que tener en cuenta tres momentos: la introducción, el nudo y el
desenlace. Estos tres puntos son invariables. Las reacciones del público, su
edad, su cercanía, etc., nos darán la pauta para todo lo demás.
ONOMATOPEYAS: A los
niños les gusta oír "pom, pom, pom" cuando alguien llama a la puerta
o "ring, ring" cuando suena un
teléfono. Las onomatopeyas son un maravilloso recurso expresivo a la hora de
contar cuentos.
HIPÉRBOLES: La
hipérbole es otro recurso fantástico para cualquier narración oral. Las
hipérboles pueden ir casi siempre acompañadas del gesto. Exagerar los elementos
de la narración hará abrir los ojos desmedidamente a los que la escuchan.
PERSONIFICACIÓN: Muchos cuentos personifican cosas y animales.
Tú puedes personificar más aún, si la historia lo permite. ¿No puede pedir al
hada madrina permiso a la calabaza antes de convertirla en la carroza de
Cenicienta?
COMPARACIONES: Nada hay
tan expresivo para un oyente como una comparación. ¿No puede ser la entrada de
la gruta como la boca abierta de un enorme ogro? ¿O el zapatito de Cenicienta
de un cristal tan brillante como la estrella más hermosa?
VOCES Y PERSONAJES: ¿Te
sientes capaz de convertirte en varios personajes a la vez? ¿Te sientes capaz
de no limitarte a narrar sino de crear algunos diálogos entre los personajes de
tu cuento? Sólo tienes que cambiar tu voz. Los oyentes no sólo sabrán de tus
héroes, también los escucharán. Cambiar las voces sólo es posible en cuentos
con pocos personajes; si lo intentamos con más de tres o cuatro, los
confundiremos o confundiremos a los niños imitando voces demasiado parecidas.
En estos casos es mejor mantener nuestro timbre e introducir los diálogos
avisando de quién va a hablar.
EL DIÁLOGO CON EL
PÚBLICO: Seguro que has visto teatro de títeres. Los espectadores ayudan al
"típico héroe" a rescatar a la "típica heroína" gritando
cuando aparece el "típico monstruo" o la "típica bruja". A todos nos gusta poder participar, de una
forma o de otra, en el espectáculo que tenemos delante, y también en el cuento.
Preguntas como ¿Quién creéis que llegó? ¿Qué creéis que pasó?, ¿Cómo hacía el
pájaro?, etc., hacen que los espectadores se acerquen al cuento muchísimo más.
Narración con libro: Como hemos anotado anteriormente, hay cuentos para ser
narrados y hay cuentos para ser leídos y, algunos de ellos, requieren que,
durante la narración, el maestro enseñe las ilustraciones a los niños. Un libro
de láminas, los llamados en inglés "picture books", en los que la
ilustración llena las veces del texto y éste se reduce a una simple línea
orientadora para el adulto que lo lee, es un libro para ser leído y mostrado a
la vez. La serie de Babar, por ejemplo, perdería mucho de su atractivo si no se
la leyera al mismo tiempo que los niños observan sus láminas... La técnica de
la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no
se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va
recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y
va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...
Al igual que en el cuentacuentos, debe conocer la historia de antemano para
transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente con los
receptores.
Narración con libro;
Normalmente los maestros utilizan para esta técnica libros grandes con
ilustraciones llamativas y de un tamaño suficiente como para que puedan verlas
todos los niños. Como en España no es muy común la edición de libros infantiles
en gran formato, los maestros optan por varias posibilidades:
La
primera y más asequible, consiste en acercar mucho a los niños,
distribuyéndolos en corro sobre la alfombra y, sentado en una silla, enseñar el
libro girándolo de forma que todos los niños puedan verlo. Es factible cuando
las ilustraciones son coloridas, bien definidas y sin mucho detalle; si no se
dan éstos tres casos, escucharán el consabido “¡No veo!” y estarán obligados a
enseñar el libro casi niño por niño para que todos queden contentos. De esta
forma se ralentizará la narración y se perderán posibilidades de comprensión
oral.
La
segunda consiste en el uso de ampliaciones a color (A-3) que pueden pegarse
sobre cartulina y permiten copiar el texto por detrás, de modo que todos los
niños ven la ilustración con más detalle y el maestro puede narrar o leer el
texto correspondiente.
La
tercera, más tecnológica, requiere disponer de proyector de opacos,
retroproyector de transparencias o proyector de diapositivas y consiste en la
proyección ampliada del libro página a página, de forma que puedan verse los
detalles de las ilustraciones. Como para la proyección tendremos que apagar la
luz, puede añadirse música suave de fondo y aprovechar para crear un ambiente
mágico para la narración. Las proyecciones en el techo, con los niños tumbados
en colchonetas, suelen ser espectaculares.
En
cualquiera de los tres casos, el libro original se dejará, tras la narración, a
disposición de los niños en el Rincón de Lectura para que puedan mirarlo y
disfrutarlo con más calma y con más detalle.
Técnica Narración con libro: Como se ha dicho,
y como su propio nombre indica, la narración con libro es una “narración”, no
una lectura, aunque haya profesores que prefieran, cuando los niños son
pequeños (2 a 3 años) leer los libros con apoyo gráfico para trabajar la
secuenciación de imágenes y el razonamiento icónico.
Si
leemos, la interactuación con los receptores será menor que si narramos, para
no cortar, excesivamente, el hilo de la historia.
La
narración con libro está pensada, fundamentalmente, para trabajar la
decodificación gráfica, icónica y, por ello, el maestro no cuenta la historia
ilustrándola con las imágenes, sino que “cuenta” las ilustraciones, es decir,
narra describiendo, apoyándose en los decorados, los personajes, los detalles,
los gestos, los movimientos...
La lectura; El
niño prelector se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación,
de ansia por aprender, por conocer. Los niños sienten la novedad de todo cuanto
les rodea, imitan las palabras, los movimientos, las acciones de los adultos:
quieren hacer lo mismo que ellos. Es un momento ideal para el aprendizaje, no
encontraremos mejor materia prima con la que trabajar. Sólo hace falta que el
niño se sienta libre para imitar y descubrir, que no se canse, que no se vea en
la obligación de...
Los
niños adoran los cuentos. La hora del cuento es, para ellos una hora mágica y
los libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan, un misterio. Las
letras les atraen, desean apropiárselas, descifrarlas. Ellos mismos "leen"
siguiendo con el dedo las líneas y recitando el cuento con su memoria. Así
empieza el deseo lector. Las palabras, para el niño, están vivas porque nombran
la realidad, porque da nombre a objetos y sentimientos; a través de ellas se
establecen analogías, se realizan deducciones, se extiende, se precisa, se
restringe, se corrige el significado. Es fundamental que el niño escuche y
entienda los cuentos que se les leen y que comparta con otros niños esa
sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión. El niño que escucha,
lee la significación de la narración en la entonación, en el ritmo, en el
gesto, en los movimientos corporales... Aprender a escuchar, a leer signos que
comunican, ayuda al niño en la posterior comprensión de la palabra escrita.
Llega
luego el momento en que se convierten en verdaderos prestidigitadores del
lenguaje y comienzan a descifrar sílabas, palabras, a otorgarles significado, a
leer todo cuanto cae en sus manos, todo cuanto les rodea: anuncios, carteles
publicitarios, nombres de calles... todo es nuevo para ellos y la lectura es lo
más parecido a un juego. Los cuentos ya no tienen secretos, son mundos abiertos
a sus ojos y a su entendimiento y todo aquello que antes era imagen se
convierte también en palabra.
El
niño ha descubierto la lectura y desea aprovechar su descubrimiento. Ahora
devora libros, tebeos, álbumes, no hay nada que no llame su atención si su
aprendizaje lector ha sido positivo. El desarrollo y el perfeccionamiento de
esta destreza hará de él un verdadero lector si no hay nada que se oponga entre
él y su deseo de leer.
Pero
una vez que el niño ha accedido a la palabra escrita se produce el mayor
peligro pedagógico en este sentido: la pérdida del deseo lector. El niño sabe
leer, sabe descifrar los significantes y otorgarles un significado, conoce el
procedimiento de la lectura mecánica, pero no desea leer.
Muchos
son los motivos que llevan al niño a perder el deseo lector. El primero puede
ser un mal aprendizaje, un aprendizaje traumático que le hace silabear, pasar
lo ojos por las letras sin comprenderlas y tener que releer una y otra vez
hasta adentrarse en el significado. El maestro debería tener mucho cuidado en
desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercana al niño, el aprendizaje
escritor.
Para
leer se requiere una cierta disponibilidad personal y muy diversas razones. El
marco ambiental tiene gran importancia en este sentido, tanto en lo que se
refiere a la familia como en lo tocante a educación. La familia es el primer
mundo del niño y, si crece rodeado de libros, de lectores, la motivación hacia
el hábito de la lectura estará muy arraigado en él. La educación recibida
influye en el aprendizaje permanente y una buena educación lectora supone la
base más segura sobre la que crecerá el autoaprendizaje futuro.
Técnica lectura de cuentos; El que lee un texto en voz alta es un intermediario entre
el texto y un grupo de oyentes que, o no saben leer o no disponen del texto
para leerlo personalmente. De esta funcionalidad derivarían todas las
características que ha de contemplar una metodología correcta de esta modalidad
lectora.
La
lectura en voz alta tiene una función social de información. En épocas de menor
nivel lector y en las que un libro era un lujo (manuscrito), la lectura oral
era una forma fundamental de acceder a la información y a la cultura, teniendo
en cuenta que incluso gentes de alto nivel social eran analfabetas.
La
lectura oral, por tanto, es aquella en que el destinatario último no es el
lector sino el auditorio y tiene una finalidad de auténtica comunicación. La
lectura en voz alta está más cerca de un acto de expresión oral que de un acto
de lectura usual y personal para buscar información.
Técnica de la lectura oral; Los cuentos para niños de educación infantil son (o
deberían ser), precisamente, un ejemplo del tipo de texto elaborado para ser
leído en voz alta por la familia o por los maestros, de forma que los
receptores (prelectores) puedan acceder a la historia.
Para
leer una historia a los niños de infantil hay que tener en cuenta muchos de los
aspectos ya planteados en el cuentacuentos: entonación, ritmo, volumen,
expresividad, pausas, interactuación... y, además, hemos de leer despacio,
claro y vocalizando, aunque sin resultar tediosos. No olvidemos que los niños
sólo cuentan con nuestras palabras y con su imaginación para comprender,
recrear y disfrutar la historia.
Pensemos,
por otra parte, que éste es un importante contacto con la lectura, por tanto,
tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir, sin
cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones (sobre todo
las de las oraciones interrogativas).
Puede
pensarse que la comprensión se reduce si no se utilizan estos recursos, pero no
es cierto. La comprensión depende del texto, que debe estar bien elegido y moralizarse
como se habla, sin sobreactuaciones.
Se
trata de utilizar alternativamente las diferentes formas de comunicación
literaria y de trabajar, con cada una de ellas, diferentes aspectos.
ELECCIÓN DEL TEXTO, ESTRAEGIA Y EDAD ARGUMENTADAS
La
elección del texto a sido un cuento llamado...
Mi
estrategia fue leer, elegido este libro para niños de 3 a 4 años, los niños y
niñas en cuanto a motivación e intereses se refieren, para poder aprender, un
proceso, que condiciona la capacidad de aprendizaje. ``Lo importante a resaltar,
es que esta motivación, depende en gran medida de que las tareas que se les
propongan sean atractivas y novedosas, que estén “ajustadas” a sus
posibilidades -ni muy fáciles ni muy difíciles-, y que sirvan para reforzar
poco a poco su autoestima. Los niños poseen unos atributos, que los diferencian
de sus iguales y que, con vistas al aprendizaje, lo individualizan de los
otros, ya que a su vez este aprendizaje se produce en cada niño de forma
singular, en función de las interacciones particulares que establece con el
entorno, los adultos y sus iguales. No cabe duda las diferencias, que hacen
difícil la tarea de enseñar, pues no es fácil alcanzar el equilibrio entro lo
que debe ser igual para todos los alumnos, en términos de experiencias y
contenidos de aprendizaje, para evitar discriminaciones de cualquier tipo, y lo
que debe ser individual y diferente para cada cual, que de acuerdo con sus
particulares capacidades, intereses o motivaciones. ´´
``Los
niños intentan, asemejarse a sus iguales, en el desarrollo de las capacidades
básicas y las leyes que rigen su aprendizaje y, por tanto, su desarrollo; los
mismos usos, costumbres y tradiciones sociales. Estas características comunes
ofrecen, un marco general e indispensable para desarrollar una programación
razonablemente común para todo el grupo, qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar. Y
hacer factible, el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado. ´´
``Se
puede acabar diciendo, que niños y niñas aparentemente iguales, en edad
cronológica, nivel de desarrollo y situación socio-familiar, tienen
características individuales que los diferencian. En una misma situación
educativa participarán según sus peculiaridades. Este hecho debe mostrarse, a
las indicaciones del niño, adaptándose a sus capacidades, preferencias y
motivaciones, y a planificar las adaptaciones más adecuadas, para cada uno,
partiendo de la programación que previamente ha establecido, en función de las
características comunes de sus alumnos. ´´
DESCRIPCIÓN REFLEXIVA DEL PROCESO DE PREPARACIÓN
Para
la preparación del cuento, en mi caso, al tener clases de interpretación, he
sabido, como plasmar bien la entonación, el cambio de tono cuando se necesitaba,
y mostrar esa magia que hay que tener, a la hora de leer un cuento.
Mi estrategia como ya bien he dicho, a sido, la de Leer. Pero no leer, de cualquier modo, sino interactuando, para poder introducirles dentro de la historia, que les estaba contando, colocando el libro, de tal manera, que a la vez que yo, lo leía, ellos también pudieran ver la historia, observando las ilustraciones.
Para transmitirles, no solo lo que contaba el libro, sino introducirlos en el cuento.
La
primera vez, he de decir que estaba algo nerviosa, y me trababa alguna que otra
vez, pero las dos siguientes veces, lo hice más relajada, y más despacio, para
hacerlo claro y conciso. A medida que iba leyendo, metía los consejos, para la próxima
lectura. Primera vez: Regular. Segunda vez: Bien. Tercera vez: Mejora Notablemente
Todos
los compañeros con los que estuve, me dieron consejos, como yo a ellos, no me acuerdo
de los nombres ni de los apellidos. Bueno me acuerdo, de los nombres: Patricia
Urrutia y Javier Villanueva, Nacho, Sara, y dos chicas más de las que no me
acuerdo del nombre.- Cosas Buenas: Muy bien trasmitido (se notaba nerviosismo).
- Cosas Malas: Que me acelero mucho.
Estás
actividades, favorecen mucho, el poder descubrirse uno mismo, y poder aprender,
de uno mismo y del resto de compañeros. Transmitiendo, consejos, y las tantas formas de contar un cuentos.
Animando a la lectura, pudiendo realizar, un acercamiento en el aprendizaje, con la técnica, lectora, y la lectura comprensiva. Pudiendo conseguir un auténtico placer en la lectura. Dando motivaciones, en distintos momentos, de diversas, para atraer ala lectura, los diferentes tipos de lectores, de forma que se produzca una gran ``adicción´´ hacia la lectura.
Leer es saber.
Hola Carolina, buenos días, he estado leyendo tu trabajo y me parece un trabajo que está muy completo al que recurriría sin problema.
ResponderEliminarNo obstante hay alguna cosa que creo que falta, como por ejemplo, el que has aprendido de los compañeros o que cuentos has conocido nuevos de los demás.
Algo que veo importante, sería el poner las preguntas que le harías a los niños en la lectura y por último una conclusión y opinión personal tuya.
Un saludo!!
¡Se me olvidaba! Recuerda la bibliografía según las normas APA.
EliminarEstupendo, Andrea.
EliminarLa actividad está muy bien, Carolina, aunque falta lo que te comenta Andrea.
ResponderEliminarLa introducción es muy larga porque has copiado grandes trozos de la teoría en lugar de extraer las ideas principales.