ARTÍCULO FINAL LITERATURA


A continuación plasmo todas las experiencias, y buenas cosa que me llevo. He plasmado parte de los temas, ya que he aprendido tantas situaciones que no podía quedarme con poco y he preferido ponerlo todo.

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    Referencia de malas y buenas experiencias.


No he tenido malas experiencias, ni a lo que la asignatura se refiere, ni a ningún compañero. He descubierto cosas nuevas e increíbles que desconocía, y me alegro de haberlo conocido, porque para mí ha sido increíble.

Los cuentos que he descubierto, la manera en la que he podido descubrir cosas de la literatura que hasta ahora desconocía, y todas las cosas, tan bonitas, con las que me quedo.

Los libros son salud, para la mente, y me ha hecho más ``adicta a la lectura´´, porque es abrir un libro, y es adentrarse en un mundo nuevo cada día.
La literatura infantil, es fascinante.

·         Relación entre todos los componentes de la asignatura.

Los componentes de las asignaturas han sido muy gratificantes, ya que al ser absolutamente nueva la asignatura, he podido imaginar cosas muy diferentes, cambiar la mente, y abrirla más a nuevos horizontes, a nivel educativo y social.

·         Experiencia Personal.

Mi experiencia personal ha sido de 10, ya que me ha gustado mucho la asignatura, he descubierto cosas nuevas. Aunque soy sincera, no me ha gustada nada, las ocasiones, en las que nos perdíamos cosas nuevas, por los proyectos de primero de ABPI, creo que eso es lo que peor he llevado, porque cada clase, era nueva, y se descubrían cosas nuevas.
Ha sido una asignatura, de la que no olvidare, porque al ser tan distinta al resto eso la hace especial, era más dinámica, más atractiva, a la hora de hacer las actividades, y las diferentes acciones que hacíamos hecho día sí y día también.

Comentaba con algunas compañeras, de que no haya, como una segunda parte de esta asignatura, más adelante, en la carrera, porque creo, que faltaría todavía mucho por descubrir en esta asignatura como es Literatura Infantil. Como la otra parte de la Literatura…

Pero mi mejor parte era comenzar, la clase, leyendo un libro, ese momento era muy guay, porque es diferente, y los diferentes siempre es especial.

La parte de compartir experiencias, cuando bajamos a leer libros en grupos de 3 al salón de actos, conocí a gente nueva, y me parecía una buena forma de conocer a los compañeros, y las distintas formas de leer, escuchar y descubrir.
Y con esto me despido, Pero esto no es un a Dios es un Hasta Luego.

·         Experiencia en Prácticas Escolares.

La experiencia en prácticas escolares, son siempre maravillosas, ya que en algunos colegios, te dan la libertad, de mostrarte como maestra, dando algunas pautas, a la hora de hacer actividades, o leer un libro a los alumnos.

Los niños de hoy en día son muy espabilados, y eso es algo bueno, porque muestran más sentimientos e inquietudes a la hora, de leer cuentos y más atentos cuando se los cuentas.

·         Aprendido en un Futuro Profesional.

Yo en un futuro Si Dios Quiere, me veo trabajando en mi colegio de siempre, con la misma gente. Mostrando todo lo que he aprendido en esta asignatura, y teniendo en cuenta, todas las pautas, tanto buenas, como malas, para ejercer adecuadamente como maestra.

Siempre es bueno recordar lo bueno que a uno le pasa en la vida, no es bueno vivir de nostalgias, aunque yo lo hago, pero siempre quedaran, los trabajos, para recordar, de donde se viene, y ser sensatos para mostrar el potencial, educativo.

Porque el Futuro bien pisando fuerte, y da vértigo, como se están poniendo las cosas actualmente, ha así que yo intento no pensar mucho en el futuro y vivir el presente con buena letra y mucha música. Pero siempre leyendo libros, que te trasladan a mundos diferentes y maravillosos.


      Ideas claves de cada tema; presentadas, explicadas....

Nos hemos acercado, a los diferentes aspectos, que he descubierto, que desconocía, he conocido cosas que no olvidare, y que mostrare en un futuro a mis alumnos en el aula. La literatura escrita para los niños de Infantil: conceptos, historia y una primera aproximación a las utilidades didácticas de los diferentes géneros. 

La literatura infantil y juvenil: es, hoy, un género más dentro de la literatura. No es una literatura menor. Es una literatura para un público determinado -el niño y el adolescente- pero las necesidades de estos receptores implícitos no la empobrecen.
El adjetivo “infantil” el que especifica la diferencia, que se encuentra en la vinculación con los intereses y necesidades del niño que concibe el mundo de una forma peculiar. Por ello la calidad debe ser igual para el adulto que para el niño, aunque cambien los temas y el tratamiento.  

Existen dos grandes vertientes de la Literatura Infantil:
·                     La constituida por obras escritas para los niños.
·                     La formada por obras literarias para adultos, pero que los niños se apropiaron por dos razones: porque ellos quisieron o porque les fueron impuestas pedagógicamente.

Literatura y Paraliteratura
La Teoría de la Literatura ha acuñado un concepto que, controversias de escuelas aparte, es interesante para el tema que nos ocupa: paraliteratura.
La paraliteratura, tal y como indica el prefijo "para-", se sitúa "al lado de" la Literatura. Es decir, los textos paraliterarios presentan casi todas las características de los literarios, pero difieren en algunas de ellas de forma que no pueden considerarse, propiamente, Literatura. Eso no implica que sea de peor calidad... no es algo malo. Existen grandes obras paraliterarias de enorme valor. Pero sus usos didácticos han de ser diferentes.

Breve recorrido por la paraliteratura infantil
La historia de la literatura infantil es la historia de la literatura de cualquier país. Hasta que se tuvo conciencia de que los niños requerían un tipo especial de escritos, estos solo podían leer o escuchar poemas, historias y obras teatrales cuyos destinatarios eran los adultos. 

El paso de la paraliteratura a la literatura infantil
Hasta este momento apenas existía literatura para los más pequeños. Existía una paraliteratura didáctica, nacida en los años 70, para acompañar las clases de preescolar y para enseñar contenidos y conceptos (los colores, las estaciones, los objetos del entorno...) y una paraliteratura moralizante que se inspiraba en las fábulas folclóricas para educar a los pequeños en los valores morales que los adultos deseamos para ellos (ser generosos, no mentir, ser aplicados y trabajadores...).

Poesía de autor
Sin duda se debe a la falta de sensibilidad estética de los maestros y al desconocimiento de textos, autores y posibilidades de aplicación. No obstante, la poesía debe ser un campo trabajado por el niño no solamente vinculado a momentos especiales del curso y sin provocar en él la sensación de obligatoriedad que puede causar la presencia de algunos poemas en el libro de texto. La poesía debe presentarse a los niños como un juego artístico. Hay que permitir que su propia imaginación creadora interprete y recree lo que lee e invente nuevas formas. Así desarrollaremos su individualidad, el cultivo de su vena sensible y su formación estética. 
La poesía, como culminación de la facultad creadora del hombre, es un medio excelente de ruptura con lo impersonal y con lo rutinario del aula y de la lengua.
Desde sus inicios, el libro para niños se concibió como un material donde la ilustración tenía una presencia fundamental. De ahí que sea un elemento morfológico indisociable al género.  
En este panorama, también se afinan los conceptos editoriales y se diversifican los géneros: abecedarios, numerarios, fábulas, cromos, libros de ciencias, libros regalos y libros animados comienzan a enriquecer el nutrido grupo de materiales de lectura para niños.  
Ofrecer un libro para su lectura ha de ser un regalo. Y un regalo, un buen regalo, debe estar seleccionado y elegido concienzudamente para el receptor o para los receptores. 
·         El tema: el tema principal del texto, junto con los temas secundarios que puedan encontrarse en él deben responder al interés de los lectores a los que va dirigido y a las características del momento evolutivo en el que se encuentran.
·         El argumento: El argumento es una concreción y el tema es una generalización. Hay que tener en cuenta, además, que la literatura es de carácter simbólico y que es el significado de estos símbolos lo que nos interesa.
·         La estructura: en una narración, la estructura lineal (planteamiento, nudo y desenlace) es la más sencilla y la más apropiada para los pequeños. A partir de los 8 o 9 años, pueden incluirse varias acciones, algunos "flash back" y, ya en el último ciclo, pueden aparecer textos comenzados "in media res" y otras rupturas de la linealidad.
·         El/la protagonista: es uno de los puntos más importantes del análisis del contenido. Como hemos visto a lo largo del tema, los protagonistas niños deben responder al momento evolutivo real de los lectores, hacer cosas de niño, sentir cosas de niño, hablar como un niño... y deben permitir la identificación de los lectores.
·         Los demás personajes: cuanto más pequeño es el lector más necesario es que pueda reconocer los roles representados por los personajes que rodean al protagonista independientemente de que la historia sea realista o fantástica y que los personajes sean personas o animales.
·         Valores y contravalores: en cualquier texto, sobre todo si es narrativo o teatral, se exponen valores y contravalores que adornan no solo al protagonista sino también al resto de personajes y que deben ser comprensibles y adecuados para los receptores. Hablar de un contravalor como los complejos físicos antes de que el niño tenga un concepto ajustado de sí mismo es inútil y además puede conseguir justo lo contrario de lo pretendido.
·         El lenguaje y el uso de la lengua: independientemente de que se trate de una traducción o de un texto escrito en castellano, es importante que valoremos la adecuación del vocabulario, la claridad de las estructuras morfosintácticas (no debe abusarse de las subordinaciones y de los largos párrafos cuyo sentido acaba perdiéndose) y el estilo personal del autor.
Hemos conocido los diferentes tipos de textos folclóricos, sus semejanzas y diferencias y sus peculiaridades. Determinaremos cuáles son sus usos posibles en Educación Infantil y cómo realizar correctas adaptaciones para el aula. 
La literatura folclórica
Las tres características fundamentales del folclore son: el anonimato (ya que un texto tiene tantos autores como personas lo han narrado a lo largo de los siglos hasta el momento en que alguien lo fijó a través de la escritura), la oralidad y la multiplicidad de variantes (debida a la transmisión vertical, pero sobre todo a la transmisión horizontal y a la adaptación de los textos a las culturas que los acogieron).
Importancia histórica de la literatura folclórica
La historia de la humanidad se ha construido, en parte, gracias a la transmisión oral, y con el tiempo, esta transmisión oral, ha pasado a formar parte de la historia escrita. La tradición oral es la historia de un pueblo, de una sociedad que avanza a la vez que con ella se moldean sus historias, sus vivencias, sus tradiciones.
Folclore literario en el aula
Con el paso del tiempo, la sociedad relegó a un público infantil estos textos sencillos y populares que llegaron a considerarse como literatura menor y como forma de aprendizaje y de divertimento, restándole interés desde el punto de vista literario y confundiendo sus orígenes hasta el punto de ser mal denominados "textos infantiles".
Tipos de textos folclóricos
La clasificación de los textos folclóricos presenta, a veces, problemas debido a las importantes variaciones sufridas por éstos en su recorrido geográfico y temporal.
Textos folclóricos en verso
En relación con los textos folclóricos en verso, sólo reseñaremos aquí una primera clasificación en textos para recitar, textos para cantar y textos para jugar.
Textos folclóricos en prosa
Leyendas ya solo les restan, de su función original, algunos datos como fechas, lugares y nombres propios.
El cuento y la fábula
La fábula presenta más similitudes con un tipo especial de cuentos, el de animales. Sin embargo, hay varias diferencias entre ellos: las fábulas incluyen moraleja explícita, mientras que los cuentos de animales, solo tienen, originariamente, una enseñanza implícita; los animales de las fábulas, intelectuales y conceptuales, reflejan vicios y pasiones de los humanos. Los cuentos, bastante más sencillos, sólo representan estereotipos (bueno/malo) y roles (padres, hijos...).  Sin embargo, el tiempo también ha diluido las diferencias y muchas fábulas simplificadas son hoy historias para niños que han perdido sus características y funciones originales.
El teatro folclórico infantil
En general, en el seno de la escuela, lo que hay que hacer es devolver al teatro el lugar que le corresponde dentro del marco de la educación. En el curso de la historia, el teatro siempre ha tenido vocación de educación popular. Los más pequeños pueden ser meros espectadores; los mayores pueden construir sus propios títeres y diseñar sus propias representaciones.  La literatura infantil ha de ser como un juguete, un juego más que divierta y deleite; en ese sentido, el folclore infantil es un auxiliar imprescindible en el aula.
La motivación intrínseca
Muchas de estas canciones y juegos antiguos se han perdido, otros muchos se han transformado tanto que son casi irreconocibles, pocos se mantienen tal cual y muchos se han creado a partir de la nueva civilización de la imagen y de los nuevos intereses infantiles. Lo que es claro es que el canto y el juego no se perderán nunca porque dependen del niño, mientras que el cuento folclórico narrado depende del adulto que lo está dejando perder. 
Estructura interna
La estructura interna de los cuentos maravillosos presenta tres momentos clave: fechoría inicial (planteamiento), acciones del héroe (nudo) y desenlace feliz en casi todos los casos.
Para su uso con niños, la narración debe presentar los acontecimientos de forma cronológica y lineal y establecer relaciones de causa-efecto entre las acciones.
Fórmulas de entrada y salida
Cuando narramos cuentos, utilizamos fórmulas de entrada y salida del tipo de “érase una vez” o “y colorín, colorado, este cuento se ha acabado”.  Solemos hacerlo para situar la narración, para abrirla y cerrarla ante el receptor. Pero originariamente, estas fórmulas eran mucho más elaboradas y tenían función mágica: las de apertura poseían carácter de invocación, para atraer la inspiración y a las fuerzas positivas de la naturaleza
La magia de los cuentos
No debemos olvidar que el momento reservado para contar cuentos, era el del atardecer, cuando caía la luz y las tareas del hogar se hacían imposibles. El paso del día a la noche, según la tradición celta, es un momento en el que las puertas de los mundos se abren y los duendes y las hadas interactúan con los humanos, aunque estos no los vean. Y pueden llevar intenciones bondadosas... o malvadas.
Qué son los motivos de los cuentos
Los cuentos de hadas pueden clasificarse de muchas formas: por el argumento, por los personajes, por la estructura interna... Muchos de los folcloristas hacen catálogos de los cuentos a partir de un motivo que tiene especial relevancia. 
Podemos definir motivos como “lugares comunes” básicos y universales de los cuentos; elementos que tienen la capacidad de persistir en la tradición y que se repiten de unos cuentos a otros.  En los motivos se refleja, precisamente, la esencia del cuento: los deseos, los miedos, las ilusiones humanas... En cada cuento puede aparecer uno o varios motivos.
Uso de los cuentos folclóricos. Selección y adaptación
No solo los folcloristas se han ocupado de rescatar y analizar los textos folclóricos: pedagogos y psicólogos han dedicado tiempo y esfuerzo en la tarea de desentrañar la importancia de la literatura de transmisión oral en el desarrollo del niño.
Según Vygotsky, el desarrollo mental del hombre tiene su origen en la comunicación verbal entre el niño y el adulto. Así se remarca no solo la importancia de los temas sino también la del medio oral que hay que conservar y desarrollar.
Usos didácticos correctos e incorrectos
En la familia y en los docentes está la responsabilidad de retomar una literatura que a tantos niños ha ayudado. Debemos reivindicar el valor de los cuentos orales como recurso lúdico y pedagógico y hacer de la literatura un mundo mágico donde no exista la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir nuevos mundos.
El uso correcto del folclore en el aula
Hemos de recordar que los cuentos folclóricos no deben censurarse, ni reducirse con la excusa de que el niño no va a entenderlos. Podemos, eso sí, realizar un trabajo de selección, incluso de adaptación similar a la que llevaron a cabo los hermanos Grimm para eliminar aspectos morbosos y situaciones obsoletas relacionadas, fundamentalmente, con los personajes femeninos.
Los personajes femeninos en el folclore literario
Una de las mayores polémicas relacionadas con los cuentos infantiles tiene relación con el supuesto machismo que se revela en ellos.
Ciertamente, el recorrido histórico de estas narraciones y las épocas en las que se recogieron y adaptaron, no eran muy dadas al feminismo que digamos y una visión muy superficial y generalizadora nos permitiría afirmar que, en ellos, las mujeres deben ser salvadas por los hombres para obtener una vida mejor.
Simbolismo y adaptación
A la hora de adaptar los cuentos, hemos de tener en cuenta la edad de los niños, pero también tenemos que mantener este simbolismo además de los roles de los personajes (aunque cambiemos su sexo o su condición realista o fantástica) y los motivos principales que se revelan en la historia.
A los más chiquitos les encanta que les cuenten cuentos. Sin embargo, no ha de caerse en el error de suponer que la narración tiene como únicos destinatarios a los prelectores, por el solo hecho que ellos no saben aún leer. No es una técnica exclusivamente limitada a la escuela infantil.
La hora del cuento. Formas de transmisión literaria
Debemos tener muy en cuenta, que nosotros somos los juglares de los libros, la voz que éstos utilizan para llegar a los niños que aún no saben leer. Para lograrlo, aparte de la habilidad que se posea para seleccionar y presentar los textos oralmente (muy breves al principio y paulatinamente más extensos), aparte de la capacidad para crear el clima adecuado previo a la narración o lectura en voz alta y del entusiasmo que se siente por establecer este tipo de comunicación con los pequeños, ha de partirse de la premisa de no convertir este momento intimo en una ocasión más para "enseñar".
La interactuación
La interactuación es imprescindible en la narración o la lectura de textos literarios a niños pequeños, porque a través de ella, los introducimos en la historia, mantenemos su atención, comprobamos sus niveles de comprensión, encauzamos la atención hacia determinado personaje o determinada acción, asentamos el vocabulario...
Las preguntas finales
Otro tipo de interactuación, son las preguntas que, una vez acabada la historia, los maestros hacen a los niños.
Cuando a lo largo de los siglos se han narrado o se han leído historias –casi todas didácticas- a los niños, no se les ha preguntado qué han entendido o qué recuerdan; simplemente se les han ofrecido gratuitamente. Sin embargo, hay una tradición escolar que “obliga” a los maestros a comprobar que los pequeños “han entendido” la historia. Bien; estamos entrenando a los prelectores en lo que luego será la técnica del comentario de textos; pero ojo, para hacerlo, nosotros también hemos de comprender y conocer esta técnica.

El cuentacuentos
Los relatos, trasmitidos oralmente, se fueron puliendo, se expurgaron las palabras superfluas, adquiriendo la perfecta redondez de un canto rodado.
Poco a poco, quedaron establecidos los moldes o patrones. El pueblo dio a estas narraciones cierta forma, cierta estructura, cierto sabor inconfundible. La narración de cuentos tiene un hechizo de influencia universal. Nació no se sabe dónde ni cuándo, tal vez cuando un hombre de las cavernas relató junto al fuego con gran economía de palabras y una gran excitación, lo acaecido en un suceso de caza.

Cuentacuentos de textos folclóricos
Hay un algo mágico en la relación que se entabla entre el narrador y su audiencia: algo cálido y personal que permite sentir la recreación de ese cuento. Aprender el bien narrar toma su tiempo, pero se ve recompensado con creces por el eco que se logra en el auditorio.

La imaginación
Cuentacuentos con lectura de cuentos o con narración de libros. Hay que tener en cuenta que en el cuentacuentos no se utilizan ilustraciones; las únicas imágenes que el receptor ve, las crea su imaginación y ésta es, precisamente, la mayor virtud del cuentacuentos: la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha, la capacidad de desarrollar la fantasía, la imaginación.

Cuentacuentos en Educación Infantil
·         El maestro debe estudiar un puñado de cuentos cada año y llegará así a poseer así un repertorio que no permitirá que se le sorprenda desprevenido a la hora del cuento.
·         Los cuentos folklóricos son extensos, pero en general su esquema es lineal, lo que hace fácil su memorización.
·         Su estructura lineal, de estilo directo exento de descripciones que retardan la acción, con abundancia de onomatopeyas, repeticiones y expresiones de la lengua oral, hace que los cuentos folclóricos constituyan una excelente materia narrativa.
·         La narración enriquece la imaginación de los niños. Bajo la magia de la palabra construyen en sus mentes la escena descrita y la ven con los ojos de la imaginación.
·         Basta la modulación de la voz y las palabras, el ademán, el gesto, la pausa oportuna, el cambio de ritmo para que el pequeño oyente visualice los personajes, sus peripecias, los conflictos y sus soluciones.
·         A través del relato, los niños aprecian el valor musical del lenguaje; desarrollan su capacidad de comprensión auditiva; escuchan, comprenden y reaccionan adecuadamente a la palabra hablada.
·         Las palabras escuchadas y claramente comprendidas serán más fácilmente reconocidas cuando el niño se inicie en la lectura. El desarrollo del vocabulario es fundamental en estas edades.
·         La narración correcta a través de una voz agradable y mediante una buena dicción, pone en contacto al niño con el castellano cuidadosamente expresado, que tal vez, no es el que está habituado a escuchar en su casa.

Los cuentos literarios
Hay un tipo de libros, generalmente los literarios, que deben ser leídos respetando exactamente las palabras del autor ya que de su justo empleo y ubicación en el texto surge un encanto poético irreemplazable. Si se narraran alterando sus palabras, no se alcanzaría, seguramente, el nivel estético en que los ubicó su autor.

La narración con libro
La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos.

Modalidades de la narración con libro
Normalmente los maestros utilizan para esta técnica libros grandes con ilustraciones llamativas y de un tamaño suficiente como para que puedan verlas todos los niños. Como en España no es muy común la edición de libros infantiles en gran formato, los maestros optan por varias posibilidades:

La lectura
Los niños adoran los cuentos. La hora del cuento es, para ellos una hora mágica y los libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan, un misterio. Las letras les atraen, desean apropiárselas, descifrarlas. Cuando un adulto lee un libro, es como un mago que conociera un código secreto que le permite adentrarse en un mundo desconocido lleno de personajes y de historias. Los niños desean conocer también ese código secreto para acceder a los mundos maravillosos que se esconden detrás de las letras. Ellos mismos "leen" siguiendo con el dedo las líneas y recitando el cuento con su memoria. Así empieza el deseo lector. 

La técnica de la lectura de cuentos
La lectura en voz alta tiene una función social de información. En épocas de menor nivel lector y en las que un libro era un lujo (manuscrito), la lectura oral era una forma fundamental de acceder a la información y a la cultura, teniendo en cuenta que incluso gentes de alto nivel social eran analfabeta.
La lectura oral, por tanto, es aquella en que el destinatario último no es el lector sino el auditorio y tiene una finalidad de auténtica comunicación. La lectura en voz alta está más cerca de un acto de expresión oral que de un acto de lectura usual y personal para buscar información.

Crear textos para niños
Existe una amplísima oferta editorial de literatura infantil para actualizar y mantener un rincón de lectura completo y variado, pero las inversiones económicas para libros que se hacen en los centros no suelen corresponderse con las necesidades del aula: pocos ejemplares, estropeados, anticuados, estereotipados...  Ésta, desgraciadamente, es la realidad de muchos colegios y muchas escuelas infantiles. 

Crear textos con los niños
Cuando el maestro crea textos con los niños, se convierte en el mediador de la actividad y participa solamente encauzándola, fomentando la creatividad y la fantasía, coordinando los turnos de palabra y elaborando la redacción definitiva que leerá para que los verdaderos autores den su “visto bueno” al resultado.
La creación, en estos primeros niveles, debe ser colectiva y oral, permitiendo que, espontáneamente, vayan surgiendo las aportaciones a partir de preguntas realizadas por el mediador. 
Puede trabajarse también la creación en cadena, a partir de estrategias ya clásicas como “El libro viajero” o el “Libro en clase”.

Creación en verso

Las estrategias, en este caso, están secuenciadas: se empieza por simples juegos poéticos para familiarizarse con la creación en verso y para ejercitarse con las figuras literarias, y se llega a la creación guiada de poemas y, finalmente, a la creación autónoma.
·         Lo aportado en clase realizado con actividades, corrección de la profesora, comentarios compañeros…

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Comentarios

  1. Bueno, Carolina, las ideas claves están bien, todos los demás aspectos los has enfocado demasiado a ti y no al trabajo sobre la literatura en los centros y en el curso.
    Además, no está terminado.

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